“No sé qué hacen en España para desarrollar su talento individual pero lo hacen bien”
Kobe Bryant, Jugador NBA
La idea de talento está relacionada con la aptitud o la inteligencia. Se trata de la capacidad para desempeñar una actividad. El talento suele estar asociado a la habilidad innata y a la creación, aunque también puede desarrollarse con la práctica y el entrenamiento. El cerebro del niño al nacer es una página en blanco que va escribiendo con la experiencia. Irá descubriendo lo que le gusta y desarrollará su talento viendo, escuchando y practicando. ¿Cómo se crea talento? Optimizando conclusiones y decisiones después de la experiencia.
Algunos autores entienden que la genética es quién determina el talento del jugador, es decir, los jugadores talentosos nacen ya dotados, poseyendo las calidades naturales llamadas “dones” o “aptitudes naturales”, que les permitirán alcanzar la excelencia futbolística. Otros, en cambio, afirman que el factor fundamental que va a dictar el éxito futuro de un niño, son los entrenamientos y no sus características naturales. No es suficiente haber nacido con talento, entrenar es esencial. Es decir, antes de someterse a un proceso de entrenamiento, un talento puede existir, pero el jugador solamente existe después de esto.
¿Cuántos niños que reuniendo todas las condiciones para ser futbolistas pierden la ocasión por el camino? ¿Cuántos jugadores destacan en categorías de fútbol base y más tarde desaparecen?
Temporada tras temporada vemos como una gran cantidad de pequeños futbolistas que destacan en sus equipos que, aparentan ser elegidos para triunfar en este deporte, no consiguen finalizar su meta. Llegada la edad adolescente muchos chicos de talento dejan el fútbol, solamente unos pocos consiguen entender que para llegar a lo más alto es necesario cuidarse y esforzarse mucho. Debemos dejar de lado el trasnochar los días antes del partido y no fallar a los entrenamientos. Mis contrincantes y compañeros que si han descansado y entrenado tendrán más posibilidades. Multitud de jugadores menos talentosos, pero más profesionales, son capaces de entender este deporte, asimilando que para llegar, primero hay que sufrir y renunciar a muchas cosas.
Los entrenadores avisamos a nuestros alumnos de que esta oportunidad deben aprovecharla, que probablemente no tendrán otra pero, a veces, es complicado convencerlos. Para ello, es indispensable una formación deportiva adecuada, en la que el joven adquiera los conocimientos básicos del significado de esta profesión y lo que conlleva dedicarse a ella. Porque el talento que no se aprovecha se pierde.
Entendemos como “selección de talentos” la posibilidad, a largo plazo, de hacer la predicción de un niño, que presenta aptitudes y habilidades necesarias para formar parte de un grupo de buenos futbolistas. Los grandes clubes buscan a los mejores, aquellos jugadores más adecuados para incluirlos en su cantera, en un proceso donde elaboran sus modelos futbolísticos e identifican a sus talentos.
Cuando un entrenador elige a un jugador que destaca lo hace porque ve algo en él que es diferente a lo que tiene en su equipo, porque considera que es mejor. Pero esa “diferencia” no deja de ser una opinión personal, un gusto por un tipo de futbolistas y de futbol. No existe un instrumento válido, que identifique de una forma rigurosa y objetiva la presencia de un talento. Por lo tanto es difícil, tanto la identificación del talento, como la predicción de futuro, por ello, cuidado con elegir a los jugadores sólo por sus medidas. La gran mayoría de entrenadores se orientan más por criterios propios que por un método establecido, donde comprobar que potencial tiene cada niño. Para descubrir a esos talentos, muchas veces, nos hemos guiado por unas cualidades que no siempre han sido los más acertadas para reconocer las aptitudes del jugador.
Debemos decidir en un solo partido si un jugador vale o no vale. Dirigimos nuestras miradas a seleccionar a aquellos jóvenes que por su rápida maduración, destacan en el campo, porque son más rápidos, altos y fuertes, los que deciden un partido y que, en la actualidad, están por encima de sus compañeros y rivales, y nos olvidamos de las capacidades técnicas, de la inteligencia con el balón. No pensamos en el futuro, cuando estos niños estén en igual de condiciones con sus compañeros y el rendimiento se equilibre.
Tendremos que aprender a valorar y apreciar también que rendimiento futuro tendrán. Valoremos con cuidado, buscando también en el interior del jugador. No nos quedemos solamente con el rendimiento del terreno de juego, fijémonos en otros patrones, los sociales, psicológicos, físicos, para acercarnos a tomar la mejor decisión sobre el futbolista. Esto no nos asegura que al final acertemos, pero si evitará tener más errores.
Cada año los mejores equipos europeos realizan su captación de talentos a una edad más temprana. Siguen a las jóvenes promesas a edades comprendidas en torno a los 8-10 años de edad. Aunque nos parezca increíble estos clubes son capaces de adivinar si un niño de esta edad está capacitado para ser futbolista de élite. Desde los 10 años el club invierte todo su potencial en el niño, tardando más de 5 años en formarlos, de ahí la elección tan precoz. Entre los 15 y 18 años de edad el club debe saber si el joven tiene síntomas de preparación para jugar en el primer equipo.
Con la detección de talentos los grandes clubes reducirán el tiempo del futbolista para llegar a lo más alto. Tendrán más jugadores disponibles en plantilla procedente de la cantera. El club obtendrá mayores beneficios económicos, tanto si se vende al jugador, como si forma parte del primer equipo. Y por último, y casi la más importante, la cantera se sentirá valorada e integrada por los métodos del club.
Para un club de fútbol, detectar el talento es una misión a la que se le debe dar mucha importancia, para ello es conveniente poner en marcha todos sus medios, desde ojeadores, hasta cuerpo técnico disponible, visionando partidos y entrenamientos de otros equipos. La mejor manera de hacerlo es observándolo en el campo, aunque ahora con la televisión e Internet podemos seguir a jugadores desde cualquier sitio. Los grandes clubes basan su detección de talentos en factores como: el rendimiento y las cualidades futbolísticas del jugador, en relación a su edad, datos antropomórficos (peso, altura), aunque no deben ser determinantes. Y algo importantísimo, las distintas opciones de mejora que puede llegar a tener el futbolista.
El club sabe que jugadores busca, acorde con sus necesidades, con su forma de jugar, asegurándose que el futuro fichaje se acomode lo máximo posible al sistema de juego empleado, facilitándole al jugador una adaptación cómoda y rápida, evitando así su fracaso. En esta elección debemos elegir un abanico amplio de jugadores, con el fin de que el máximo número de ellos participe en esta captación. Debemos darle una oportunidad al mayor número de jóvenes con posibilidades. No renunciemos a los que nos parezcan dudosos en el primer momento.
El Ajax holandés, una de las mejores escuelas de fútbol del mundo, pionera en la búsqueda de talentos, utiliza la nomenclatura TIPS para definir las cualidades que observan y exigen a cada uno de sus jugadores. Talento, Inteligencia, Personalidad, Speed (Velocidad).
Una de las grandes estrellas de la NBA, Kobe Bryant definía con estas palabras la búsqueda y desarrollo del talento deportivo en nuestro país. ”No sé lo que están haciendo en España para desarrollar su talento individual pero están haciendo algo bien…”.
Educadores y entrenadores debemos dejar a los jóvenes que busquen su propio talento para lograr un desarrollo personal pleno, permitiéndoles desplegar todo su potencial futbolístico sin barreras. En esta búsqueda, los futuros futbolistas, no deben olvidar que los deportistas tienen talento, además de por sus cuestiones genéticas, porque practican mucho más que los otros, así obtienen los mejores niveles de rendimiento, que puesto al servicio del grupo ayudará a mejorar al equipo.
¿Cómo sabremos si un niño tiene talento para ser futbolista? Eso lo tiene todo el mundo, algunos más que otros, cada uno tiene su propio talento, lo único que debemos hacer los entrenadores es buscarlo, no esperar a encontrarlo, ya que talento no usado éxito desperdiciado.
Pedro Meseguer Díez (@pmeseguer).
Técnico Deportivo Grado Superior.
Entrenador Nacional de Fútbol.
Bibliografía
Mauro Enrique Martín, 13 abril 2012. “Balón dividido blog”.
Javier Brines Gandia, 09 julio 2013. “Gestión de la Cantera”.
Xavi García, 30 octubre 2013. “Talento para gestionar el talento”.
Javier Touron, abril 2012. “Talento y Educación”.
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