Los cuatro pilares del rendimiento deportivo (II)
“Se necesitan 10.000 horas de práctica deliberada para alcanzar la excelencia”
Simon & Chase, 1973
Como decíamos en el artículo anterior, los pilares del rendimiento deportivo son:
- La Técnica
- La Táctica
- La Preparación Física
- La Preparación Psíquica/Psicológica
A continuación, comentaremos los aspectos fundamentales de cada uno de ellos.
La Técnica
Entendemos la técnica deportiva como la ejecución del gesto deportivo que permite al atleta alcanzar el objetivo propuesto de la forma más eficiente posible.
¿Complicado? Vamos a desglosar la definición, para aclarar ideas:
El gesto deportivo es el conjunto de movimientos (zancada, salto, brazada, golpeo…), posiciciones (control del centro de gravedad, distribución de masas) y disposiciones (agarre, asentamiento espacial, control postural), ejecutadas ordenadamente (antes -preparación-, durante -ejecución- y después -finalización), con los que el atleta busca ganar una ventaja en su disputa deportiva particular (marcar un tanto, ser más rápid@, superar al contrari@).
¿Cómo se consigue? TODOS LOS DEPORTES requieren de técnica.
Pensemos, por ejemplo, en algo tan natural en nosotr@s como el correr: tod@s podemos hacerlo sin tener que pensar en ello, pero si buscamos ir más rápido, o mantener una cierta velocidad durante más tiempo, tendremos que buscar la técnica de carrera más eficiente para nuestro propósito (elevar rodillas y talones, alargar la zancada, braceo adeuado, tronco erguido…).
En el caso de los deportes de oposición (tenis), con desplazamientos laterales, hacia delante/atrás, distintos golpes de raqueta (drive, revés, globo, liftado, cortado…) si, además, son de equipo (baloncesto, fútbol), elevamos el grado de dificultad de manera exponencial (tirar, driblar, pasar…) y cada una de estas acciones requiere de su técnica específica.
¿Cómo se entrena la técnica? En los años 70′ y ’80, las escuelas soviéticas lo tenían claro: tomaban un modelo de deportista exitos@, analizaban y copiaban el gesto y se lo hacían repetir a l@s jóvenes promesas hasta el aburrimiento y la extenuación. Aún hoy, aún quedan reminiscencias de esta práctica en l@s atletas chin@s, no hay más que ver a las tenistas WTA, saltadores de trampolín, gimnastas… TODOS LO HACEN IGUAL.
El resultado: deportistas técnicamente perfect@s, pero “cero” diversión, ninguna emoción y mucho abandono y frustración en el camino.
Desde luego que para enseñar la correcta ejecución del gesto deportivo hay que partir de un modelo, sobre todo para evitar lesiones. Pero, dentro de los márgenes de la seguridad, hay que dejar hacer, experimentar, probar… proponer al deportista situaciones para que encuentre soluciones y, como no, ir elevando el nivel de dificultad de manera gradual.
En definitiva, adaptar el gesto al niñ@, y no al contrario.
No le pegará de igual forma al balón Messi (169 cms, 67 Kgs) que Ibrahimovic (195 cms, 95 Kgs) ¿Verdad? Pues eso…
La Táctica
A igual que con la técnica, todos los deportes requieren de táctica: el ciclista de ruta piensa en qué momento atacar para dejar atrás a los rivales, la nadadora/corredora que decide reservarse en la primera parte de la prueba para apretar al final…
El fútbol, como deporte de equipo que es, requiere, además, de un planteamiento colectivo de juego que, por si fuera poco, hay que ir adaptando a situaciones de partido sobrevenidas: si recibimos un gol…, si vamos ganando…, si hay que mantener el resultado…, si nos expulsan a un jugador… Las posibilidades son infinitas.
No obstante, y a modo de planteamiento general, sea cual sea la estrategia a seguir, el entrenador/entrenadora tiene que tener claro y, sobre todo, dejar claro al jugador qué es lo que se espera de él, qué acciones tiene que ejecutar cuando se le da una escueta instrucción desde el banquillo, lo cual no se debe dejar a la improvisación, ni a la intuición de un niño o una niña con las pulsaciones a 180, a la que le están gritando desde la grada que haga lo contrario: ¡Desdóblate! ¡Abre el campo! ¡Crea líneas de pase! ¡Defensa mixta! ¡Juegatela tú!…
No hablamos de hacer un examen de términos tácticos a l@s jugador@s (lo cual no es mala idea), sino de explicar qué significa cada orden, para que el deportista sepa exactamente qué acción ejecutar tras el comando. Y por supuesto, ¡No cambiar el día del partido!!
Todo, absolutamente todo lo que se quiere poner en práctica en el partido, se ha de practicar en los entrenamientos, sin dejar margen alguno a la duda ni a la improvisación.
Para eso estamos, ¿No?
En lo que respecta a los aspectos físico y psicológico, trataremos de ellos en el siguiente artículo de esta serie:
Los cuatro pilares del rendimiento deportivo (III)
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Jesús Alberto Rubio Paz.
Título Superior en Entrenamiento Deportivo.
Experto Universitario en Coaching Deportivo y Psicología para el alto rendimiento.
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